Nuestro guapo director. Estudiante de Finanzas en la UPC pero artista de oficio y espíritu utiliza su conocimiento de organización para crear increíbles historias con buenos personajes. Cusqueño de nacimiento y, cuentan por ahí, que toca la melódica.

Nuestra Sammy es conocida por sus ataques de hiperactividad y por su gran capacidad de introducir, dentro de las historias, un serio drama. Estudiante de periodismo en la UPC y de actuación en la Escuela de Teatro.

También conocido como el único chorrillano que no sabe nadar, este graduado de publicidad de la UPC sabe cómo ponerle emoción a la impro. Su cara de pez ha sido conocida por causar risas en su estado más neutro. Dicta, en la UPC sede Villa, el taller de Improcomedy.

Es muy importante resaltar la presencia de la letra “R” en el apodo del gran Pingar. Han dicho por ahí que parece un Minion pero lo cierto es que, cuando se mete en una improvisación, puede sacar risas a montones con el disfuerzo máximo.

Conocido por sus personajes de voz aguda y su capacidad para el falsete, Pedrito es un gran aditamento del equipo. Cuentan por ahí que también hace equitación de una manera increíble.

La pequeña Marne -que mide exactamente 1.50mts- se hizo conocida por sus habilidades en la impro cantada. No se dejen engañar por su estatura, es grande de espíritu.

Mono tiene una gran habilidad para llevar su cuerpo a límites indescriptibles durante la improvisación. Uno terminará preguntándose si está viendo impro o una triatlón.

Klauss, no es chapa, nació en épocas navideñas. Sus padres querían ponerle Jose María pero como las enfermeras lo apodaron Santa Claus lo llamaron: Klauss Josemaría. Es conocido por su gran labor como chaperón dentro de las improvisaciones.

Otro gran improvisador de baja talla, Davidsito tiene la stamina y la velocidad para hacer toda una improvisación por su cuenta. Su danza es muy envidada por sus pares.

Carlitos no es solo un gran improvisador, sino el productor de La Sociedad de la Impro. Ha llevado varios talleres de improvisación y transmite sus conocimientos a sus alumnos en el taller de Improcomedy en la UPC de San Isidro.

No, Anghela no tiene apodo porque no necesita más presentación que su nombre. Una gran improvisadora que no duda en mostrar que no es necesario salir hecho un loco al escenario para llenar de risas al público.